domingo, 4 de septiembre de 2011

Te quería, pero eso es cosa mía.


Ya no lloro, ni sufro, ni si quiera me molesta, ya no te miro, tampoco te esquivo, simplemente soy indiferente, que no hay un amor sin lagrimas, ya lo sé, pero no creo en amores de toda una vida, porque,¿Sabes qué? 
Tienes la actitud de gilipollas un poco subidita.